Y así comienza la entrada, ¿por qué no decirlo? La verdad por delante. Pero bueno... eran superiores en todos los aspectos y la única sorpresa es que la victoria rival no hubiese sido tan abultada. Pero sin decepciones, hay que valorarlo todo, por eso... ya sabes...
Lee la crónica de una mañana de toreo aquí, en aBOHRridos:
Días antes del encuentro nos informamos acerca de los resultados de los de-más equipos. Young Bulls perdió frente San Pablo, y éstos frente a La Puebla. Por lógica aristotélica, la derrota que indudablemente sufriríamos no tendría que ser tan humillante. Una vez más Aristóteles y las estadísticas se equivocarían, y es que nunca y en ningún deporte hay que subestimar al rival al que te enfrentas.
Marcaban las diez y media cuando Alex, José, Ricardo, Dani, Rubén y Adri se reunieron para prepararse de cara al encuentro. Ya no llegaría nadie más, teníamos bajas importantes de cara a un partido realmente duro: Japy, Fran, Juan y Gonzalo no podrían ver en acción a los toros.
Táctica a seguir. Obsérvese el HCl y el capote. |
El primer cuarto del partido siguió la línea de los demás encuentros: el balón no entraba y a Young Bulls no le costaba mucho penetrar nuestra defensa en zona. Sus pívots tenían un nivel físico muy bueno, y únicamente Ricardo podía pararlos y pelear por el rebote. En un mal salto Dani sintió molestias en la rodilla y tuvo que pedir el cambio, dando entrada a Rubén.
En el segundo cuarto se empezaron a ver las intenciones de los locales: primero adelantaron la defensa, y más tarde pasaron a hacer presión en todo el campo. A partir de ahí disminuyó la frecuencia con que Abohrridos jugaba en la zona rival. El potencial físico de nuestros rivales era incuestionable, y la mejor prueba de ello la vivió Rubén: tras un encontronazo con uno de los rivales, sumado al desgaste físico del partido, le obligó a abandonar la cancha.
Llegó el descanso, Young Bulls ganaban por mucho, y todavía no habíamos metido ningún punto. El equipo acusaba un importante cansancio, sobre Alex ya pesaban cuatro personales y no teníamos cambios a la espera de que Rubén se recuperase. Solo nos quedaba pedir que los toros se calmasen un poco, aunque el entrenador rival parecía disfrutar como un crío, grabando el partido para el recuerdo a la vez que los hijos (sí, hijos, hacerse una idea de como eran estos tíos) de algunos jugadores rivales correteaban por la pista.
Si el partido ya estaba sentenciado en el descanso, en los dos últimos cuartos los locales se hicieron con el control total. Recuperábamos pocas fuerzas en los tiempos muertos que Mike pedía para que el equipo tomara aire, pues tácticamente no había nada que hacer, y Young Bulls supo aprovechar nuestro más que evidente cansancio, su superioridad en todos los sentidos y su fondo de armario para matar el partido. No habría pasado ni la mitad del tercer cuarto cuando a Jose le sumaron también su cuarta personal, fantástico. Las cosas seguían empeorando, y un Rubén recuperado volvió para sustituir momentáneamente a Jose.
Por otro lado, los locales dejaban muchos espacios con la presión en toda la pista, y 6 de nuestros puntos fueron anotados de la misma manera: pase largo a Adri y entrada rápida a canasta. Los otros dos vinieron tras un tiro de Jose, que entró en el último cuarto a pesar de las personales con las que cargaba. Finalizado el encuentro, con un desfavorable 117 - 8, no tuvimos más remedio que decirle al rival la verdad: “Nos habéis dado una paliza”.
Resumen gráfico del partido, firmado por los protagonistas. |
El partido aún no ha acabado. El árbitro dictaminó el final cuando aún quedaban dos segundos decisivos… quien sabe lo que podría haber pasado.
Foto de equipo tras el partido. Esperamos que la semana que viene estemos más. |
Por cierto, la semana que viene nos despedimos de la temporada como locales...ejem...
q cracks! a pesar de la 'paliza', sólo tenéis buenas palabras para nosotros... sois unos chicos muy dignos, y espero q con entrenamientos, y práctica podais jugar mucho mejor ;)
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