Es por ello que la Camarilla decidió que lo mejor era pasar de nuevo una noche en el Búnker de matemáticas, y el martes fue el día en que nos reunimos para echar unas horas extras juntos entre libros. Desde las 9 de la mañana allí plantados para asegurarnos asientos a la noche, y estudiando ya que estábamos claro... ¡pero ya sabéis que nosotros no vivimos para los libros!
Porque quedar para estudiar puede ser divertido, otra noche de bunker aquí, en aBOHRridos:
Costó ponernos de acuerdo, pero finalmente fue el martes el día que elegimos para no dormir, o dormir poco mejor dicho. Todos, a excepción de Adri, que aún no está listo para tanta acción, planeamos quedarnos allí para dedicar algo de tiempo a la costosa labor de estudiar: Dani, Rubén, Mike, Juan, Japy y Pedro.
Costó ponernos de acuerdo, pero finalmente fue el martes el día que elegimos para no dormir, o dormir poco mejor dicho. Todos, a excepción de Adri, que aún no está listo para tanta acción, planeamos quedarnos allí para dedicar algo de tiempo a la costosa labor de estudiar: Dani, Rubén, Mike, Juan, Japy y Pedro.
Mike abrió las puertas del bunker a eso de las 9 de la mañana, algunos minutos pasados. Dentro ya le esperaba un cristalográfico Rubén, que adelantaba ejercicios sobre rayos X. Sacando libros y apuntes de sus mochilas, ambos comenzaron a conquistar la mesa que tenían por delante, con la intención de conseguir asientos para el resto. Aun intentaba despertarse, y sabía que en menos de una hora tenía seminario, así que Mike decició que no estaba preparado para estudiar aún. Encendió su portatil y puso el Limbo*, y tras ello Rubén no tardó mucho en sumarse a su propuesta.
Se acercaban las 10 de la mañana cuando fue Dani el que apareció por allí, se sentó junto a ellos y ayudó a ocupar la mesa, además de ponerse manos a la obra con cristalografía. Mientras, Mike y Rubén seguían avanzando en el adictivo juego, conscientes que faltaban pocos capítulos para el final. Cuando volvieron a levantar la cabeza del ordenador estaban presentes también Juan y Japy, ya solo nos faltaba el perezoso Pedro que sigue sin querer grabar.
Quedaron en el bunker solo Juan y Rubén guardando sitio, el resto tenían seminario. Regresaron hora y algo después, aunque con la intención de asistir a la última clase teórica de química. Dani y Juan prefirieron quedarse estudiando y, a cambio, el resto les firmábamos la asistencia. La mañana pasaba rápido entre idas y venidas, y tampoco ocurría nada importante que decir.
Llegaron las 13:30, Juan y Rubén se fueron a casa. El primero a almorzar, y prometió volver a eso de las cinco. El segundo tenía inglés a la tarde, así que no se le vería más el pelo hasta la noche. Dani compró el almuerzo, otro bocata del Ñam Ñam, acompañado por Mike, y al regreso de ambos Japy se fue a comer macarrones a casa. Ellos dos se quedaron guardando el sitio, almorzaron y completaron el Limbo a pesar de que prometieron esperar a Rubén. Que cabrones. Tras ello Mike comenzó a estudiar, mientras Dani disfrutaba con algunos capítulos de Como conocí a vuestra madre; y sobre las cuatro Pedro apareció al fin.
Estudiaron, sin mucho que detallar. Juan llegó pasadas las cinco y media, evidentemente faltó a su promesa, y con su llegada los otros tres aprovecharon para salir a tomar el aire y comprar algo. En el camino encontraron a Japy, otro que llegaba a su aire a pesar de que terminó con los macarrones a las tres. Tras tres zumos, unas cuantas grapas y una bolsa de chucherías estaban los cinco estudiando en aquel sótano. Llegadas las ocho y media, Juan se fue a cenar al igual que Pedro mientras Mike, Dani y Japy compraban huevos, filetes de pollo, harina, migas, zumos y por supuesto monsters.
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| Filetes empanados rellenos de bechamel. Patatas fritas. Migas. Dani y Rubén. Guitarra. |
Y con ello nos fuimos al fin a estudiar, que nuestras mochilas y apuntes llevaban unas cuantas horas allí solos guardando el lugar. Estábamos intrigados, sobre todo cuando vimos una manta sobre el sofá antes de salir de la casa de Japy, pero bueno... nosotros al asunto importante. Tomamos asientos, a un lado de la mesa Pedro, Japy y Rubén le dieron caña al seminario de física. Al otro Dani y Mike se pusieron con química, mientras Juan hacía a ratos estadística y a otros cristalografía, aunque lo de resolver grupos espaciales no es su fuerte (se le da de pena).
Vídeo: Rubén regala una clase de física a Japy
El momentazo de la noche, y al que vamos a dedicar una entrada especial, llegaría a eso de las tres y pico de la mañana, cuando hubo necesidad de un cigarro. Japy le consiguió papel, pero faltaba una boquilla. Fue en ese momento cuando Rubén pronunció unas palabras que no olvidará en lo que resta de año:
"Juan, te propongo un pacto, si me consigues una boquilla ahora mismo, no me meto contigo de aquí a Navidad de este año"Y, tras momentos de indecisión, de si sería verdad o no, Juan salió del bunker. Y regreso... ¡con una boquilla! Y así acaba de producirse un importante cambio dentro de nuestra quimivida, y contamos lo días hasta el 25 de Diciembre, a ver que pasa con todo esto...
Video: Declaraciones tras hacerse real la apuesta
Dieron las 4 y media de la mañana, Japy y Mike eran los únicos que resistian estudiando, pero aceptaron volver a casa y apagar el sistema por hoy. Allí, en la habitación de Omar, echaron el rato hablando y riendo, y cuando el reloj superaba de sobra las cinco de la mañana decidieron irse a dormir. El salón estaba ocupado por un ente astral, así que Juan y Mike se quedaron en la habitación de Omar, Rubén junto a Japy en la suya y Dani se acomodó en la que sobraba.
Con este vídeo acaba la entrada:
Y hasta mañana...
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