Abrí la puerta y allí estaba él, sentado. Y pared con pared a nuestro cuarto estaba ella, la ninfa que recuerdo de la pasada noche, mirando la pantalla de su móvil. La verdad, eso era lo menos importante. Lo único que buscaba era el espejo del baño, para poder ver la cara de imbécil tras una noche entre el presente y el pasado.
Y es que... recuerdo que tras acabar con los exámenes, volvimos a los setenta, más o menos... y ahora os intentaré contar las cosas que recuerdo, los rumores que me contaron después. Ya sabéis, aquí, en aBOHRridos:
El 9 de Julio era un día que muchos teníamos marcado en nuestro calendario. Para los químicos representaba el final de los exámenes, la despedida hasta Septiembre, ya sea para bien o para mal. Habíamos hablado durante semanas atrás de la gran fiesta que llegaría ese día, del alcohol, la música, los disfraces, el baile... de los setenta.
Y llegó el gran día. La inversión en productos para la diversión, y entiéndase la metáfora, si es que se considera metáfora, fue considerable y el piso del bueno de Japy, que hasta la fecha y tras un curso de mucho ajetreo nunca ha puesto peros, mostraba un apariencia fantástica y prometía lo mejor. La Camarilla, una vez más, se quedaba semihuerfana. Adri se encontraba en la playa, maldito cabrón, y Juan no estaba para fiestas. ¿Hubiera conseguido colar sus cascos en un disfraz de la época? No lo sabremos.
Aunque ya eramos unos cuantos antes, a las once de la noche la fiesta dio el pistoletazo de salida. La gente empezó a llegar, evidentemente no puedo acordarme todos sus nombres, disculpadme. Recuerdo que llegaron algo perdidos mis compañeros de habitación, y posteriormente Pilar y Davinia, aunque las mencionaré mejor como la hippie y la.. eso, ninfa, elfa, no lo sé. Margaux, muy querida por los presentes, también llegó por aquella hora.
Japy y Rodri en aquella maravillosa terraza... |
Había buena música, al gente estaba bastante animada y el alcohol se apreciaba en numerosos vasos. La terraza, con su sillón improvisado, peleaba por una matrícula de las que no puede conseguir Marina. En el pasillo que formaban los sillones y la terraza nos situábamos unos cuantos, aprovechando el alfeizar de la ventana como una mesa donde reposar nuestras copas. Daniel, el científico loco, junto a la señorita Limones, a quien pudimos conocer al fin. Jimi Rubén y Ana, Peter a lo Ace Ventura, mis queridos John Yeyo Leroux y Marta, Davinia junto a Pilar y el escritor de esta novela, un aviador de tres al cuarto condecorado por el asesinato de unos cuantos zombies. Contabamos historias, ánectodas, chistes e incluso recodábamos momentos de todo el curso. Leroux se encargaba de que las copas nunca estuvieran vacías.
Pedro a lo Ace Ventura, el parecido es razonable. |
No paraba de llegar gente a la casa, y conforme las horas avanzaban cada vez que el timbre sonaba nos asustábamos un poco más, pues sin duda podía ser la policía la que golpeara al otro lado de la puerta. En la mayoría de ocasiones eran más invitados, y la mayoría de ellos puedo decir que tenía el placer de conocerlos. La verdad es que todos no llegaban disfrazados, pero parte de ellos sí, con ropas muy peculiares que se agradecen para hacer algo más divertido el ambiente. La realidad es que estábamos estupendamente... hasta que llamó un vecino a la puerta.
...y nosotros, como no, en el sofá |
Creo que eran las dos de la mañana cuando salíamos del piso, y otro invitado abandonó también la fiesta. Acampamos en aquel callejón el resto, algunos fueron a comprar más hielo porque la cosa estaba pobre. Si no me equivoco, la botella de tequila se quedó en la casa. Lloro por ello, la echamos de menos. Pero la fiesta debía seguir, aunque algunos como Peter y Dani habían dejado su disfraz atrás. Entre cubata y cubata Leroux se metía en los bailes, y otros cuantos arrancaron a bailar break. No dudéis de que Japy fue el primero de ellos.
Tocó la primera visita al piso de Japy para recoger unas cosas, aunque no recuerdo el qué. Para cuando volvíamos los Peter, Dani, Pilar y compañía encontramos a unos cuantos en la calle de Farmacia, que nos llamaban a gritos. Parece ser que la policía había hecho acto de presencia en nuestro lugar festivo, y Davinia, Marta, Yeyo y algún que otro más se encontraban allí tras una pequeña espantada. Abrazos de reencuentro, y viendo que la cosa estaba normal volvimos al lugar del crimen. Con tanto viaje no había tenido el tiempo suficiente para saborear el néctar del Bacardi y el Barceló, así que un par de copas entraron bien rápido, y tras ello Rubén y yo volvimos a poner rumbo al piso de Japy.
El aviador, Leroux y la de azul. |
Para cuando quería volver Ru ya no era capaz de levantarse del sillón, así que el camino de vuelta lo hice solo. Al llegar recuerdo que Dani y Elena me preguntaron por él, y ambos se fueron a dar una vuelta. Lo que no recuerdo es cuando mi camiseta blanca se había teñido de granadina, que seguro procedía de algún cubata de la señorita Pilar, o de mi mismo. Me senté junto a los demás, Yeyo estaba en pleno debate junto a Davinia y Peter sobre el amor, y así nos quedamos discutiendo. La teoría propuesta era que "para olvidar se deben tomar tantos cubatas como meses juntos".
El asunto pasó a una posterior charla de Yeyo sobre el tema, y sus oyentes parecían muy atentos. Yo desde luego no, estaba recordando viejas historias con Marta. Para cuando terminó, Davinia llevó de paseo a Marta. Peter estaba preocupado, porque no sabíamos a donde pretendían llegar, aunque su paseo en zig-zag nos confirmaba que no muy lejos. Las horas habían pasado de buena manera, Dani ya había regresado, y la cosa decaía un poco, así que este y yo, junto a Pilar y la señorita Limones hicimos una última visita al piso de los setenta. Recogí mis cosas y regresé con Pilar, pues Dani y su chica se quedaban a dormir allí, y volvimos a encontrar en farmacia al grupo de siempre.
Y nada más, creo que ahí perdí mi mono de aviador y me quedé dormido, aunque no llegué ni a las dos horas de sueño... y eso es todo lo que recuerdo. Si alguno tiene algo que aportar ya sabe que hacer, y nada más... ¡Una gran fiesta, si señor, aunque las palabras de un Blog no lo transmiten todo!
Gracias por un gran curso con un cierre impresionante, ¡y que se repita pronto!
De las mejores entradas Mike.
ResponderEliminarGracias! De las mejores noches.
ResponderEliminar