domingo, 3 de noviembre de 2013

A la próxima invita Danié

Nuestra primera quedada no estuvo mal, pero había que hacer algo serio de una maldita vez. Por eso el primer día de Noviemebre, el viernes más cercano, la clase de Segundo B se reunió con la intención de arrasar por los bares de Sevilla, y desde luego no defraudó.

El alcohol y las ganas de fiesta empezó a abrir los corazones de la gente, excepto el del portero del Mcdonalds, y cada cerveza y chupito estaba destinado a un buen curso, y todos los que estaban allí presentes y también a los que fallaron, porque esperamos que eso no se vuelva a repetir. Menos a ti Japy, cabrón.

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La noche comenzaba a las puertas del metro de Puerta Jerez, donde habíamos quedado para cenar a las nueve tras una tarde de discusión. Evidentemente la cena era solo el principio de un plan que debía centrar su atención en los bares sevillanos, pero vayamos por orden. Laura, Jose Mari, Dani, Adri, Mike, Raquel, Aitor... gran parte del grupo estaba reunido y puso rumbo a McDonalds para cenar. 

Mientras cenábamos y hablábamos de cualquier cosa llegaron más invitados a la gran noche. Julia y Julián llegaron a la segunda planta del local sin problemas, no como Rubén, que se reencontró con aquel segurata de meses pasados. La historia se repitió, y aquel hombre no le permitía subir con el resto, así que Laura tuvo que bajar con un ticket y recogerle para que pudiera acompañarnos. 

Allí arriba seguían las risas, los temas de conversación relacionados con Navio, que apunta a ser una pieza importante para este año. Rubén consiguió un Luigi que le acompañaría el resto de la noche, mientras otros cuantos daban indicaciones a Marta de como llegar hasta nuestro lugar. Con la cena terminada salimos a la calle, y tras momentos de incertidumbre, decidimos acampar en la Sureña y hacer tiempo. Por cierto Dani, no es en dirección Alfalfa...

Foto del futuro, pero no había fotos de esta parte...
"¡Expansión de orbitales!" O en otras palabras, para los no químicos, "coged mesas y sillas, que aquí no entramos". Rubén invitó a un cubo de cervezas, y posteriormente Dani haría lo mismo. Las risas acompañadas de buena gente están aseguradas, y alrededor de aquella mesa había personas muy grandes, así que las carcajadas no faltaban. Y claro, no podemos olvidar el momento ladrón de Adrián, quien acabó robándole el lote a Laura y paseándolo por la mesa sin que ella se diera cuenta; todo esto influenciado por Rubén claro está. 

Algunos se fueron, otros llegaron, y decidimos levantar campamento. Fue entonces cuando, al pasar cerca del kebab, hubo algún antojo en parar un segundo. La compra no importa, pero sí recordar eternamente la cara del vendedor, una mirada que invitaba a cerrar la nevera y abandonar el local de una vez. Y es que, con la moda de poner nombres en las latas de Coca-Cola, se nos ocurrió abrir la nevera y girar las latas para encontrar nuestros nombres, y se ve que a aquel hombre eso no le convenció del todo. Rubén compró un kebab y se colocó junto a la cristalera del Mcdonalds, esperando que el segurata le mirara, pero no pudo ser...

Llegamos junto a la Torre del Oro, donde algunos químicos iban a hacer botellon antes de empezar a pisar los bares de Calle Betis. Durante las horas que pasamos allí, riendo y bebiendo, no podemos olvidar el "duelo de chantes" entre Daniel y Rubén, del que tras numerosos engaños y bofetadas ambos se consideran vencedores sobre el otro. Conocimos allí a la imagen especular de Laura, Lourdes, que se adjunto al grupo el resto de la noche. La música nos la regalaba un barco cerca nuestra, y allí algunos acabaron con el punto bien cogido.

Daniel, te lo has comido
Superada esta parte de la noche cruzamos el puente para disfrutar del ambiente que nos regalaba Sevilla y sus pubs. Nuestro primer destino fue Alambique, que nos vio acabar con todos los limones que tenían a mano en nuestra guerra contra el tequila. Algunos tomaron solo uno, otros fueron a por dos, tres cuatro... hasta que el futbolín quedó libre para una competición entre químicos. Aquí todos o casi todos pasaron frente a la plantilla de madera, en especial Dani y Jose Mari, que se quedaron a jugar contra unos desconocidos mientras el resto abandonaban el bar. Por cierto, les ganaron de goleada, un 6-3 para sus vitrinas.

Momento futbolín, no pierdan detalle
Del siguiente bar que se acuerde otro del nombre, porque la memoria no llega a tanto. Se sumaron algunas cervezas a nuestra sangre, y echamos un buen rato, poco más que contar. Era hora de salir de allí, la gente quería bailar, y Río Latino nos abrió sus puertas... para después arrepentirse. Las copas estaban bastante subidas de precio, pero al final la música nos animó bastante. Adri hizo de fotógrafo para algunos desconocidos, más gente se anexionó al grupo y llovieron muchísimas fotos.

Sin embargo lo más, más destacable viene ahora: Julián, a petición de Marta, se tomó un chupito de absenta. ¡No le podíais dar algo más suave, no, absenta al cuerpo! Bailamos durante un largo tiempo, todos con todos, con arte y con gracia. Realmente nos hicimos con el centro de la pista, y eramos los más animados de todo el lugar. Tanto era el ánimo que se acercó alguna que otra vez el de seguridad, o el de la barra... quien coño fuera, a decirnos que bajáramos el ritmo y que no saltásemos. Capullo. ¿Alguein recuerda el gangnam style? Al final aquel hombre se nos acercó una tercera vez, y nos dijo textualmente a algunos de nosotros "Estáis llamando mucho la atención, a la siguiente os voy a tené que echá". ¿Pero esto que coño es? Anda ya... pues nos vamos, que decaiga tu pub, tú te lo pierdes.

¿Quién coño hacía la foto para que Rubén se asuste?
Acabamos, con Laura como electrón de valencia en nuestro átomo, entrando en Demo para ir cerrando la noche. Mike recuerda ese bar con cierto... "encanto", si no leed "Viernes noche - Salimos a la calle [Parte 3]". A parte de las clásicas cervezas y alguna que otra copa, lo que más gusto de aquel momento fue la música: Thrift Shop, Follow the leader, YMCA... Nos habíamos vuelto a hacer un hueco importante allí entre baile y baile cuando apareció un cani intentando llamar la atención. No se si sería el grupo hidroxilo o el buen ambiente, pero decidimos que era un buen momento para reírnos del cani, así que le picamos diciendo que "Este baila mejor que tú" y él se coló en nuestro círculo para poner su "arte".


Motivación, no se quien sale mejor aquí
En aquel momento nos acordamos de ti, Japy. Ojala hubieras estado. La humillación que hubiera recibido sería cantada por los juglares durante los siglos y los siglos, pero como eres un cabrón y no nos quieres, no estabas. Las risas no se podían contener, y aquel tío no se daba cuenta de que nos estábamos riendo de él. Pero, para darle un toque aún más especial, fue Laura la que apareció en escena y lo echó de allí mientras ella bailaba. Posiblemente el momento más épico de la noche.


¿Quién es quién? Venga, apuesten.
Decidiendo que hacer, abandonamos el bar y nos adentramos en el último de los pubs de aquella noche. El ambiente más calmado solo dio lugar a otro momento curioso para el recuerdo. Adri, con ganas de beber, no sabía lo que le esperaba cuando pidió tres chupitos de absenta para Dani, Mike y él; aunque finalmente el señor Montesinos regaló el chupito a Aitor, como regalo de cumpleaños, alegando que estaba hasta el cuello de alcohol. La garganta de Adri tuvo que esforzarse más de la cuenta para tragar eso, e incluso llegó a visitar el baño sin consecuencias. 

Y tras ello, poco más que contar, llegaron despedidas y nos propusimos, porque somos afines electrónicamente, avisarnos de que cada uno había llegado sano y salvo a su hogar. A la mañana siguiente el registro de voces de los químicos fiesteros era un poema, como los de Navio en clase...


Fantástica noche gente, ¡habrá que repetir!
Y nada damas y caballeros, una gran noche cargada de risas y química que esperamos se repita pronto, y se repita mucho, porque sois la hostia. ¡Sois muy grandes!

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