Detrás de las cámaras

Al final nos llevamos un palo con el Harlem Shake, demasiado público y muy poca participación ¿no?
Pero bueno, tampoco esperábamos algo mejor que eso, aunque tal vez no entendíamos porque tantísima gente no estaba dispuesta a reírse 15 segundos delante de una cámara.

Lo que si está claro es que nosotros por lo menos nos hemos reído bastante con todo esto, y eso es lo importante. El resto da igual. Cualquier persona tiene, de vez en cuando, sus momentos de locura. En nosotros eso es constante, y aunque podrían haber pasado muchas más cosas, detrás de las cámaras todo quedó de esta forma...

Así qué, con o sin Harlem Shake, esto merece la pena estar aquí, en aBOHRridos:

Tras la reforma del Blog llegó la hora de intentar otra de las nuestras, y llevábamos tiempo con la idea de un Harlem Shake con el que reírnos. Había una sorpresa sobre la mesa, relacionada con Física.

Así, todo comenzó con intentar grabar a nuestro arisco profesor de Física y su particular forma de borrar la pizarra. Eso sería el mejor inicio posible para un Harlem Shake, ¿os lo imagináis? Hacedlo.
Era jueves, 7 de Marzo, todo preparado. La cámara colocada en su sitio, bien escondida gracias a guantes, estuches y demás tonterías. Entra nuestro profesor por la puerta, se dispone a borrar la pizarra, todos muy nerviosos... y va la cámara y se queda sin batería. ¿Ironía? Ya te digo...
Vaya plan... y resulta que al día siguiente, con los malditos informes de OBL, nuestro querido Juan no estaba para grabar. Ya si eso... la semana que viene...

¡Y por esas llegó la gran semana! Muchísimos tweets promocionando el nuestro Harlem Shake, disfraces, cargar la cámara, que si Japy baila, que si otros juegan al baloncesto, comentarlo en clase...
Claro que si el delegado se queda sin voz en la semana clave... no lo comentas tanto como esperas.

Que más da, no vamos a detallar cosas que no importan, pero si aquel viernes 15 todo hubiera salido a derechas en el Aula I de Química se hubiera encontrado un pollo, una vaca, un pinguino y un plátano para bailar. No pudo ser. Como tampoco pudo ser que se animara toda la gente que nos hubiera gustado, aunque la ironía estuviera en que se amontonó en el aula más de la que esperábamos.

Aquella mañana preparamos carteles promocionales, que repartimos como bien quisimos por nuestra querida facultad. Mientras todo esto pasaba Japy no daba señales de vida, aunque más adelante apareció con su mágico arsenal de ideas y objetos con los que crear los más absurdos disfraces.
Pedro no estaba dispuesto a participar, para variar. Es un muchacho un poco tímido, tanto que salió corriendo cuando llegó la hora clave. Eso sí, sus cubos de papel para cristalografía, remedio para pobres, son todo un arte. Y ya solo por eso merece una especial mención hoy.


Otros decidieron comprar cubos de Rubbick para la clase, y destacamos el caso de Juan, que compró no uno, si no dos. Y los dos acabaron hechos polvo, destrozados. De aquí os acabaremos sacando un tutorial, recordadlo. No podemos dejar en el olvido que esa mañana nació nuestra nueva mascota, fruto del aburrimiento. Seguro que al seco profesor del grupo B no le caería bien, no dejaba de salir del aula para pedirnos silencio. Si las miradas matasen hoy no estaríamos escribiendo esto...
También es llamativo que volviéramos a ver algún que otro Papá Noel en aquel aula, que buenos recuerdos de Diciembre... O Adri con sus bolsas de basura, o Gonzalo, o Fran...

¡Que diablos! Nuestro máximo y eterno respeto a todos los que tuvieron los moles necesarios para salir a la pizarra en nuestro fallido intento de Harlem Shake. ¡Sois muy, pero que muy grandes!

Y tal vez sea solo por esto por lo que esta entrada quede guardada aquí. Da igual lo demás.

Sí, el Harlemn Shake no fue lo que esperábamos. ¿Queréis leerlo escrito? Fue un fracaso. Y tal vez a esta entrada le falte chispa, pero eso no nos importa. Lo que nos importa es lo siguiente: Nos hemos reído muchísimo organizando todo esto, haya salido lo que haya salido. Y le damos las gracias a todas esas personas, pocas la verdad, que se han implicado y han colaborado como el que más.
Tenemos un Harlem Shake hecho, lo guardaremos nosotros para reírnos en el futuro de lo que hacíamos en primero de carrera, nunca aparecerá por estos lugares. Será un pequeño secreto. Nuestro y de los que estuvieron junto a nosotros delante de la cámara, si es que de verdad queréis verlo.

¡Con Dió!