domingo, 22 de septiembre de 2013

Volver a casa

Sabéis, en unos días será el cumpleaños de Dani, y hace ya muchos días fue el de Japy, pero nos ha costado bastante organizarle algo este verano, hasta llegar a un estado de desesperación peligroso. Y ahora que incluso Pedro se ha dignado a pisar Sevilla hemos conseguido vernos las caras de nuevo.

Si ya habéis leído Pisando fuerte, una gran noche de alcohol y bailes con la escusa de un cumpleaños, aún os falta conocer la otra cara de la noche. Hemos vuelto a ese piso de Japy que tanto queremos, hemos repartido regalos y sobre todo hemos vivido lo que se conocerá a partir de hoy como "El Golpe".

Por todo esto y mucho más... ¡continua leyendo aquí, en aBOHRridos!:

Tras numerosos planes fallidos para celebrar cierto cumpleaños Marchenero, al final la última idea de Rubén obtuvo un resultado positivo. Japy aceptó que nuestro primer reencuentro tuviera lugar en su casa, que hasta el día de hoy ha sido el centro de operaciones de la Camarilla, y un lugar donde pasar buenísimos ratos.

A las nueve y media de la noche habían quedado todos, pero hasta pasados diez minutos nadie golpeó la puerta del piso. Eran Mike, Dani y Elena los que esperaban al otro lado a que un Japy que estaba en la ducha decidiese coger una toalla y acercarse para abrirles. "Pasar, sentarse y poned la tele si queréis" dijo el señor Pruna tras repartir abrazos, y señaló su nueva e imponente televisión plana que promete unos buenos almuerzos con Los Simpson.

Desde luego más que televisión se echaba de menos el balcón, pero saltemos detalles tontos. Minutos después Japy y su camiseta de los Celtics volvieron a escena, y al poco de ello llegaron los últimos invitados: Rubén y Pedro. Curiosamente, cuando este último llamó al telefonillo Japy le dijo "Corre corre, que Rubén acaba de entrar". Rubén nos cuenta lo que ocurrió, y Pedro dice llevarse un buen susto:
Entré. Entró. Y le esperaba en el huequecito ese de la escalera, y le salí por la espalda con mi daga imaginaria.
Bueno, dado que de dinero la cosa estaba tiesa, Mike invitó a patatas y huevos para cocinar la tradicional tortilla de patatas, que empieza a acumular votos para ser un símbolo de aBOHRridos. Rubén había traído con él una bolsa dónde en teoría venía comida casera, preparada por él, y decía iba a usar al resto de los que estaban presentes en el piso como conejillos de india, aunque en realidad era todo una mentira, la bolsita escondía otra cosa...

Ahí, tirados en el sofá, como hace meses, esperando algo de comer
Bueno, nos metimos en la cocina, no todos para ayudar. Pedro peló alguna que otra patata, Dani batió los huevos... vamos, poca cosa al lado de Japy, que se hizo cargo de prácticamente todo. El resto recordábamos anécdotas e impresiones del curso ya terminado, o hablábamos de lo que nos espera en este que va a comenzar. Vamos, lo clásico. Preparamos la mesa, y por estas horas Vicky había decidido honrarnos con su presencia, y preparó palomitas tras un duro trabajo para encontrarlas.

Ya habían caído algunas fotos, pero un gran momento lo protagonizó Rubén desde el sillón, acompañado por la música de Saw, advirtiendo a Pedro de los peligros que le esperan. Japy apareció con la tortilla, que no fue tortilla, si no revuelto, al que además había añadido atún. Y nada, cenamos todos menos Rubén, que nos observaba en la distancia. Vicky tomaba palomitas con un tenedor, más fino por supuesto, que no se olvida.

La tortilla que fue revuelto, bien servida en la mesa.
Pasado este momento cena y recogida la mesa, con un Japy listo para salir, lo obligamos a sentarse en el sofá y llegó el momento de los regalos. Sí, sí, los regalos de cumpleaños, eso que aún no nos habían dejado celebrar. Y también llegó lo que mencionábamos al principio, El Golpe, una estrategia con la que Rubén recuperó al fin esos 5€ que Pedro le debía desde la fiesta de los setenta, y que el de Arahal se había negarlo a devolvérselos durante el verano.

A continuación, un vídeo donde podéis ver todo lo acontecido.


Y poco más que decir, tras ello decidimos poner rumbo definitivo a Puerta Jerez, donde habíamos quedado con Yeyo. ¡Se nos olvidaba esto! Habíamos quedado a las 23:30 allí, y eran ya más de las doce de la noche. Menos mal que Yeyo olvidó que era jueves y que el metro cerraba a las once, y tuvieron que acercarle en coche una hora más tarde, porque si no... hubiera esperado, esperado y esperado. Y nos hubiera insultado y maldecido.

Vicky hizo el gran, gran favor de llevarnos en coche, y no se imagina lo mucho que se lo agradecemos, porque a las horas que eran ir andando, a parte de cansado, nos hubiera hecho llegar a la una mínimo. Y así... al bajarnos de su coche, comenzó una gran noche...

Y ahora os volvéis a leer Pisando Fuerte, y nada, esperamos que os hayan molado los regalos Japy y Dani, os lo merecéis. Un espermatozoide, Dafk Punk y Munchkin

2 comentarios:

  1. Honrarnos no es con doble R. El escritor empieza a chochear. Muy buena entrada ignorando este dato.

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